sábado, 6 de enero de 2018

Palistas destacados . Años 80-90. Tomás Garcés, "Menoti"



  Cualquiera que haya conocido los años dorados del López recuerda con admiración a Tomás. Cuando lo concocí contaba más de 50 años, se había jubilado por un problema de salud, creo que asma o bronquitis crónica.
  Delgado y ligero. Fuerza, escasa. Inteligencia y habilidad sin igual. No se podía sacar más rendimiento a ese físico. ¡Y qué rendimiento! Inverosímil. Jugaba como delantero. Su pegada no pasaba del 7... y sólo si la bombeaba; pero hasta donde llegaba ¡cómo colocaba! ¡cómo arrimaba! ¡cómo remataba!: derecha, izquierda, aire, botepronto, rincón, paredes... ¿Velocidad de golpeo? La justa, la que podía, pero te engañaba y no alcanzabas sus remates. ¡No te lo podías creer! Tú, con veintipocos años, con piernas ágiles y brazos frescos, ahí adelante... parecías un bizcocho mojado.
A veces, sin ánimo de ofender, y contento por un dibujo recién trazado, decía, de cara al público: "¡Pero qué fácil es este juego!"
  Estiraba muy bien el brazo para conseguir más pegada, siempre de abajo. En el remate empleaba un agarre muy alto, el más alto que he visto, para ganar en puntería.

  Partidos memorables

   Tiebas

   En aquellos años se disputaba anualmente un campeonato en Tiebas. Recuerdo la gran afición de los pelotaris de ese pueblo y alrededores: Jabat, Garde, Ardanaz... Ponían un cesto muy generoso, con 10 ó 20 pelotas. Daba gusto: cuando se calentaba una, la cambiabas siempre que querías por otra más fría.
  Los trofeos más grandes se ganaban allí, difíciles de colocar en cualquier mueble. Se los llevaban siempre pelotaris de lejos: del López, de Artajona ... Un año de aquellos, con la intención de romper la racha, invitaron a un Campeón del Mundo de paleta-cuero. Yo me apunté con Tomás Garcés. Disputamos la final, contra el Mundialista, zaguero, y su delantero, de Tiebas.. En frontón corto cuesta más hacer el tanto porque los espacios se reducen y se cubren fácil, sobre todo con pelotas vivas. Tomás resolvió la papeleta. Los volvió locos: rincón, paredes, golpes bombeados y modulados para no llegar al rebote, engaños... Me fui con la sensación de que él ganó el partido.
  En una edición anterior de este campeonato Tomás jugó de pareja con Astráin,  ex-jugador de Osasuna. Ambos contaban  más de 50 años de edad. Nos ganaron la final a mí y a Fernando Deán, ¡veinteañeros!.
Uno de los atractivos de este deporte reside ahí: jugadores muy veteranos pueden ganar a jugadores jóvenes... para desesperación de éstos.

  Contra Iriarte

  Si a Tomás le caía una pelota en su espacio, se convertía en un arma letal.
  Recuerdo un partido en que yo jugaba atrás , con él como compañero, en el López, contra Iriarte y Ollo (no Juan Pablo, el campeón navarro). De Iriarte ya he hablado un rato... Aquella tarde fue de aquellas en que uno dice: "No puede ser, si no lo veo no lo creo." Tomás no dio opción a Iriarte. Encontraba más pelotas francas porque atrás dominaba yo pero con su físico y su pegada... ¿cómo podía marear a Iriarte? De risa. Con su surtido de la casa: derecha, izquierda, boteprontos, rincón, paredes..., sin velocidad pero todo precedido por la ocultación y el engaño.



                                           Tomás Garcés, de pie, el tercero por la izquierda


Tomás se llegó apuntar en primera categoría en el Campeonato Navarro de Paleta Goma por Parejas.




Aquel año quedaron campeones Ollo-Andueza

Si se descargan estas imágenes, se leen con más claridad.
















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