sábado, 6 de enero de 2018

Palistas destacados. Años 80-90. Domínguez-Robles, Monreal-Olaberri, García-Pernaute


     Una de las parejas más fuertes del López llegó a ser la compuesta por Domínguez como delantero y Robles como zaguero.
 
     Llegaron a jugar a un nivel muy alto a finales de los años 90 y en los comienzos de los 2000.
Por entonces se formó también una pareja fortísima: Monreal-Olaberri.  Monreal contaba con un físico espectacularmente explosivo, rapidísimo y potente, parecía de otra categoría;  a Olaberri se le calificaba como el zaguero más seguro, incansable. 

    Pues bien, en el año 1998 organicé  yo el Campeonato del López, en primavera. Cuando se corrió la voz de que Monreal y Olaberri iban a jugar juntos...  nadie se atrevía a apuntarse. Ya había pasado la época dorada del López, cuando esas cosas no pasaban.

    Así  que no iba a poder disputarse el campeonato. Se me ocurrió una solución: crear dos categorías, Primera A y Primera B, y que cada cual se apuntara en la que quisiera.  De esta manera, todos se apuntarían en 1ºB excepto Monreal-Olaberri  y algún valiente. ¿Quién daría el paso al frente?

   Aún quedaba la figura de  Robles. Intenté que se apuntaran Domínguez-Robles para enfrentarlos a Monreal-Olaberri, pero no aceptaron. Robles calculó...
 
  También jugaba todavía el antiguo compañero de Robles,  García (el de Ibero),  como delantero de    Pernaute. García ejerció siempre el papel de complemento perfecto si su zaguero dominaba; con su estilo de remontista aprovechada cualquier pelota delante del 4, aunque fuera arrimada, para meter su derecha como si manejara un remonte y quitarle el polvo a la chapa, tanto ajustaba, igual en el rincón que en  dos paredes, con la misma postura. García-Pernaute se apuntaron en Primera A, junto con Monreal-Olaberri.
   Todos los demás se apuntaron en Primera B.

  Aunque Robles rehusó, yo estaba convencido de que habría mucho partido contra Monreal-Olaberri, a pesar de la gran diferencia de edades: Robles y Domínguez se acercaban a los 50  años, Monreal y Olaberri a  los 30 años.

En principio, yo había apuntado a Domínguez-Robles, pero tuve que borrarlos, tal como queda recogido en este documento histórico:



Si se descarga esta imagen, se ve más clara.



   Esta posibilidad de competición entre jugadores de edades tan dispares es, para mí, uno de los atractivos de este deporte. De hecho, Robles se coronó campeón navarro por parejas dos o tres años después (con más de 50 años), con Pernaute. Ganaron a los gemelos San Miguel.

  La final de Primera A, sin fases previas, la ganaron Monreal-Olaberri (contra García-Pernaute). En esos años, parecía que nadie podría batirlos

  Lo interesante y aleccionador de estas batallas disputadas y no disputadas y de estos cálculos llegó  en el Campeonato Navarro por Parejas, en Lumbier. Se presentaron en  la final también Monreal-Olaberri contra García-Pernaute. La presencié. Pensaba que estaba todo sentenciado antes de comenzar. Todo el mundo lo pensaba. No había color...  Apuesta segura. Pero ocurrió lo imposible... Pernaute sacó un balín y los mareó con su derecha liftada y con su condición física de casero montañés. Campeones: García-Pernaute. 
  Este episodio y la derrota que me infligió Róber muestran que en el frontón no existe la apuesta segura.





 

No hay comentarios:

Publicar un comentario